Nuestras actividades están enmarcadas por una serie de principios rectores, que sirven de guía para todas nuestra acciones.
Todos somos iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por cualquier condición o circunstancia personal o social.
El Masón debe empeñarse en ser limpio de pensamiento y de acción, en ser honrado y justo. Esto se demuestra más con hechos que con palabras.
Ser filántropo no consiste en dar mucho, sino en dar exactamente lo necesario en el momento apropiado, sin fomentar la holgazanería y la dejadez.
Como Institución que busca la verdad, tenemos el compromiso de adquirir cada día nuevos conocimientos y ser cada día mejores ciudadanos.
Debemos comportarnos siempre como hombres libres y de buenas costumbres, fieles a las leyes, prestos siempre a la práctica de las virtudes.
La tolerancia mutua, el respeto a los otros y a uno mismo y la libertad absoluta de conciencia, son principios fundamentales de nuestra Orden.
Hombres Libres y de Buenas Costumbres
Dignidades y Oficiales de nuestra Respetable Logia